(1914-1984)

Hijo de padres argentinos, nació accidentalmente en Bruselas (Bélgica), por lo que el francés no fue una dificultad para él, y lo condenaría a pronunciar la ‘r’ extrañamente, en su español materno. Su amor por las lenguas prosiguió con estudios de inglés y alemán, y le posibilitó ganarse la vida haciendo algunos trabajos de traducciones. Cortázar vivió hasta 1951 en Argentina, donde trabajó como maestro en algunas ciudades del interior del país (Bolívar, Mendoza), alternando con estadías en Buenos Aires. Pero la llegada del peronismo, en 1945, complicaría la vida del escritor que, hasta ese momento, se mostraba ajeno a las causas sociales y las clases populares. "La sensación de violación que padecíamos cotidianamente frente a ese desborde popular, – rememoraba Cortázar años más tarde – nuestra condición de jóvenes intelectuales que leíamos en varios idiomas, nos impidió entender el fenómeno.

En noviembre de 1951 una beca del gobierno francés le da la posibilidad de viajar a París por un año, pero su estadía se prologaría mucho más, hasta su muerte en 1984. Allí publica Bestiario, su primer libro de cuentos, y al que le sucederían, entre otros, Final del Juego (1956), Las armas secretas (1959), su primer novela Los premios (1960), Historias de Cronopios y de Famas (1962), Rayuela (1963), Todos los fuegos el fuego), La vuelta al día en ochenta mundos (1967), 62.Modelo para armar (1968), Ultimo round (1969), El libro del Manuel (1973), Un tal Lucas (1979), Queremos tanto a Glenda (1980) y Deshoras (1982).

El exilio elegido de Cortázar en París, se transformó en un exilio obligado a medida que su compromiso con las causas del socialismo iba en aumento, y el gobierno argentino comenzaba a perseguir  a todo aquel que se incluyera en una posición opositora. En 1963, realiza su primera visita oficial a Cuba, para años más tarde apoyar a la resistencia chilena tras el derrocamiento de Allende, y en 1979 apoyar la revolución nicaragüense. Cortázar fue duramente criticado por su posición de revolucionario desde Europa, acusado de ignorar la verdadera situación de Latinoamérica y de profesar un comunismo intelectual, alejado de la lucha armada. Pese a estas críticas, siempre mantuvo su ideología, aun cuando los mismos cubanos criticaron algunos aspectos de su modo de entender el socialismo. Su exilio en Europa no le prohibió erigirse en un defensor de América Latina y un hombre preocupado por la situación del continente, al que nunca regresó a vivir, muriendo en París el 12 de febrero de 1984, donde se encuentra sepultado junto a su última mujer Carol Dunlop, en el cementerio de Montparnasse.

El diario a diario

Un señor toma el tranvía después de comprar el diario y ponérselo bajo el brazo. Media hora más tarde desciende con el mismo diario bajo el mismo brazo. Pero ya no es el mismo diario, ahora es un montón de hojas impresas que el señor abandona en un banco de plaza.

Apenas queda solo en el banco, el montón de hojas impresas se convierte otra vez en un diario, hasta que un muchacho lo ve, lo lee y lo deja convertido en un montón de hojas impresas.

Apenas queda solo en el banco, el montón de hojas impresas se convierte otra vez en un diario, hasta que una anciana lo encuentra, lo lee y lo deja convertido en un montón de hojas impresas. Luego se lo lleva a su casa y en el camino lo usa para empaquetar medio kilo de acelgas, que es para lo que sirven los diarios después de estas excitantes metamorfosis.

Instrucciones para cantar

Empiece por romper los espejos de su casa, deje caer los brazos, mire vagamente la pared, olvídese. Cante una sola nota, escuche por dentro. Si oye (pero esto ocurrirá mucho después) algo como un paisaje sumido en el miedo con hogueras entre las piedras, con siluetas semidesnudas en cuclillas, creo que estará bien encaminado, y lo mismo si oye un río por donde bajan barcas pintadas de amarillo y negro, si oye un sabor de pan, un tacto de dedos, una sombra de caballo. Después compre solfeos y un frac, y por favor no cante por la nariz y deje en paz a Schumman.